Por: Aura María Guzmán Bustillo
El amor no tiene edad eso lo saben bien los trabajadores de el restaurante show los helechos, quienes todos los fines de semana de el año ven llegar a muchas personas adultas con ganas de gozarse la vida con la pareja que tienen.
Ese día Como diría Esthercita forero “la luna de barranquilla tiene una cosa que maravilla”, la luna estaba para una ocasión especial, el lugar se encontraba repleto, puesto que todo aquel que tiene ganas de relajarse, comer un buen filete de carne, una suculenta porción de pollo, escuchar un show de mariachis a la mitad de la noche, o ver la excelente imitación que hace el dúo manantial de Juan Gabriel y Roció Durcal, se acerca a los helechos, allí se hallaban muchas parejas de personas de edad que se veian realmente enamorados, una de ellas llamo mi atención, pues el señor poseía un swing especial para bailar, me recordó firmemente a papá Noel bailando, la señora que acompañaba no se quedaba atrás pues se movía de una forma despampanante, cuando en ese momento se escucho “ con la pollera colora”, todas las mesas quedaron vacías, la pista de baile a reventar, uno que otro demostrándose su amor.
Mientras todos bailaban yo me le acerque a Juan Gonzales*uno de los meseros mas antiguos de trabajar allí, y por lo que pude ver el de mayor edad, el me dijo que este sitio fue creado por una persona mayor, que era procedente de Medellín y que por esta razón el sitio no tenia un ambiente de discoteca, si no mas bien como de casa antigua u finca para eventos, su dueña no se encontraba allí sin embargo la mayoría de fines de semana hacia acto de presencia, y me pareció cierto pues de muchas veces que había acompañando a mis padres a una de sus salidas a “rumbear” era la primera vez que no la veía, también me dijo que los helechos había sido creado como un lugar de esparcimiento para personas mayores pues como yo me podía dar cuenta las luces estaban bajas, mas no apagadas, la música estaba alta, mas no rompía pámpanos, y las personas que se encontraban allí lo único que quería eran disfrutar hasta las 5 de la mañana hora a la que usualmente cerraban el negocio.
Todo me parecía excelente adentro sin embargo afuera la realidad era distinta, en la esquina del sitio se encontraban 4 personajes muy curiosos en las noches barranquilleras, pues todos alguna vez lo hemos visto, eran 4 travestis esperando para ver quien se los llevaba en los carros, 3 de ellos de lejos eran mujeres , de vida alegre pero mujeres, 1 de ellos no ocultaba lo que en realidad era, era alto, grueso, con cabello largo rubio, vestido con una blusa ombliguera y una micro falda, se veía realmente grotesco, a la vuelta de allí en el centro comercial gran centro no había tres de estos si no un batallón, toda la zona, parecía de ellos y de una que otra prostituta, que por lo que me dijo un celador cercano había cambiado su lugar de espera por que la construcción del transmilenio les había afectado el negocio, me comí a varias, me dijo con una sonrisa picara y un hablado muy barranquillero, pero ni modo mi entretención de noche eran ellas y algunos shows de macondo, al discoteca ubicada en la parte de afuera de gran centro, la mayoría de días se forman problemas, hay disparos, hay borrachos, peleas, cabezas partidas, y mucha delincuencia, debo de decir que la pequeña entrevista me la concedió muy desconfiado pues ¿quien hace una entrevista a las 2 de la mañana?
En ese momento se escucho un freno en seco de un carro, era en la esquina desde hacia rato un borracho daba vueltas por ahí pero no hacia nada estaba prácticamente dormido, al atravesar la calle no se dio cuenta y un taxi a alta velocidad lo atropello, los celadores cercanos se le acercaron, la parte de afuera de los helechos quedo vacio, hombre estaba casi muerto y las personas que estábamos a su alrededor no atrevíamos a moverlo, alguna persona no me di cuenta quien llamo a la ambulancia, al taxista no le importo se monto en su carro y se fue, la ambulancia llego se llevaron al señor, y en ese momento todo vuelve a su normalidad.
Las personas tomando, bailando, otras consiguiendo trabajo, otras disfrutando su trabajo, y otras como yo observando todo lo que pasa a mi alrededor, la luna brillando y una canción la fondo sonado…”hay chiquiti, chiquitica.. hay moreni.. Morenita…”
El amor no tiene edad eso lo saben bien los trabajadores de el restaurante show los helechos, quienes todos los fines de semana de el año ven llegar a muchas personas adultas con ganas de gozarse la vida con la pareja que tienen.
Ese día Como diría Esthercita forero “la luna de barranquilla tiene una cosa que maravilla”, la luna estaba para una ocasión especial, el lugar se encontraba repleto, puesto que todo aquel que tiene ganas de relajarse, comer un buen filete de carne, una suculenta porción de pollo, escuchar un show de mariachis a la mitad de la noche, o ver la excelente imitación que hace el dúo manantial de Juan Gabriel y Roció Durcal, se acerca a los helechos, allí se hallaban muchas parejas de personas de edad que se veian realmente enamorados, una de ellas llamo mi atención, pues el señor poseía un swing especial para bailar, me recordó firmemente a papá Noel bailando, la señora que acompañaba no se quedaba atrás pues se movía de una forma despampanante, cuando en ese momento se escucho “ con la pollera colora”, todas las mesas quedaron vacías, la pista de baile a reventar, uno que otro demostrándose su amor.
Mientras todos bailaban yo me le acerque a Juan Gonzales*uno de los meseros mas antiguos de trabajar allí, y por lo que pude ver el de mayor edad, el me dijo que este sitio fue creado por una persona mayor, que era procedente de Medellín y que por esta razón el sitio no tenia un ambiente de discoteca, si no mas bien como de casa antigua u finca para eventos, su dueña no se encontraba allí sin embargo la mayoría de fines de semana hacia acto de presencia, y me pareció cierto pues de muchas veces que había acompañando a mis padres a una de sus salidas a “rumbear” era la primera vez que no la veía, también me dijo que los helechos había sido creado como un lugar de esparcimiento para personas mayores pues como yo me podía dar cuenta las luces estaban bajas, mas no apagadas, la música estaba alta, mas no rompía pámpanos, y las personas que se encontraban allí lo único que quería eran disfrutar hasta las 5 de la mañana hora a la que usualmente cerraban el negocio.
Todo me parecía excelente adentro sin embargo afuera la realidad era distinta, en la esquina del sitio se encontraban 4 personajes muy curiosos en las noches barranquilleras, pues todos alguna vez lo hemos visto, eran 4 travestis esperando para ver quien se los llevaba en los carros, 3 de ellos de lejos eran mujeres , de vida alegre pero mujeres, 1 de ellos no ocultaba lo que en realidad era, era alto, grueso, con cabello largo rubio, vestido con una blusa ombliguera y una micro falda, se veía realmente grotesco, a la vuelta de allí en el centro comercial gran centro no había tres de estos si no un batallón, toda la zona, parecía de ellos y de una que otra prostituta, que por lo que me dijo un celador cercano había cambiado su lugar de espera por que la construcción del transmilenio les había afectado el negocio, me comí a varias, me dijo con una sonrisa picara y un hablado muy barranquillero, pero ni modo mi entretención de noche eran ellas y algunos shows de macondo, al discoteca ubicada en la parte de afuera de gran centro, la mayoría de días se forman problemas, hay disparos, hay borrachos, peleas, cabezas partidas, y mucha delincuencia, debo de decir que la pequeña entrevista me la concedió muy desconfiado pues ¿quien hace una entrevista a las 2 de la mañana?
En ese momento se escucho un freno en seco de un carro, era en la esquina desde hacia rato un borracho daba vueltas por ahí pero no hacia nada estaba prácticamente dormido, al atravesar la calle no se dio cuenta y un taxi a alta velocidad lo atropello, los celadores cercanos se le acercaron, la parte de afuera de los helechos quedo vacio, hombre estaba casi muerto y las personas que estábamos a su alrededor no atrevíamos a moverlo, alguna persona no me di cuenta quien llamo a la ambulancia, al taxista no le importo se monto en su carro y se fue, la ambulancia llego se llevaron al señor, y en ese momento todo vuelve a su normalidad.
Las personas tomando, bailando, otras consiguiendo trabajo, otras disfrutando su trabajo, y otras como yo observando todo lo que pasa a mi alrededor, la luna brillando y una canción la fondo sonado…”hay chiquiti, chiquitica.. hay moreni.. Morenita…”
1 comentario:
Aura:
Me gustaron los detalles del texto, pues denotan la vivencia. Ojo con el artículo gramatical: usa el "el" cuando vaya incorporado a un nombre propio. Entre tanto, "del sol" no es "de el sol".
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